Tourismo

Publicado en30 mayo 2013

Tánger se encuentra precisamente en el cruce de dos continentes, un cruce conocido a lo largo de la historia como un punto de encuentros e intercambios. Este detalle geográfico es la razón por la cual la ciudad goza de múltiples facetas, que significa descubrimientos sin fin por parte del viajero. La ciudad también fue el punto de partida de las grandes epopeyas de Ibn Battuta y Tarik Bnou Ziyad, y esa historia que sigue inspirando a muchos artistas y hombres de letras, que eligieron la ciudad para vivir y desarrollar su pasión. Hoy dia, Tanja El Alia (Tanger la alta como se le llama comúnmente) está llena de la energía de esta increíble mezcla y ha desarrollado un estilo que no deja indiferente.

  • Descubrir Tánger

Al pasear por Tánger se descubren varios cerros y miradores escondidos. La Kasbah, le permite a uno sumergirse en la cultura árabe-andaluz, que ha marcado el alma de la ciudad. Luego, uno encontrara en su camino otros barrios más recientes con casas y lugares míticos e emblemáticos de la ciudad del Estrecho. Por fin, se puede también pasear a lo largo del paseo marítimo, desde el puerto hasta el Cabo Malabata.

  • La vida nocturna en Tánger

Tánger tiene una variedad de lugares donde comer o salir. En la ciudad o en la kasbah, junto al mar o a las montañas, cada visitante puede elegir el ambiente y la decoración qué más le guste. Tánger ofrece numerosas actividades culturales y festivales, el más famoso es el Tanjazz. En cuanto a las compras, tiendas de concepto, de moda, tiendas de cosméticos orgánicos, están ubicadas al lado del soco donde también se pueden comprar antigüedades.

  • Excursiones

En la punta de África y en el extremo norte de Marruecos, Tánger es la puerta de entrada a un continente y abre múltiples rutas. Cerca de allí, la costa mediterránea, con sus calas, las ruinas de Ksar Majaz y un poco más en el interior de la tierra Tetuán y su magnífica Medina de estilo árabe andaluz. Más allá, Chefchaouen es una pequeña y encantadora ciudad azul atrapada entre dos montañas. Del otro lado, la costa atlántica le llevará a las ciudades de Asilah y Larache con sus orígenes romanos.